Hacia una mentalidad de crecimiento

Columna de María Jesús Bustamante, jefa de proyectos de la Fundación Impulso Docente, publicada en El Rancagüino.

 

Cuando partió la pandemia no existía claridad sobre los efectos que tendría en las escuelas. La mayoría los fue sintiendo sobre la marcha. Tiempo después la Agencia de Calidad aplicó un diagnóstico que arrojó que la mitad de los estudiantes de enseñanza media sentían que la pandemia estaba afectando su proceso de aprendizaje y, por otra parte, el estudio “Situación de Docentes y Educadores en Contexto de Pandemia” mostraba que 91% aplicó nuevos métodos de enseñanza a raíz de la crisis sanitaria. Ambos resultados son llamativos, porque nos cuestionan sobre cuán preparados estamos para enfrentar realidades cambiantes y cómo los contextos complejos también abren oportunidades para innovar y ser más flexibles.

Pero no basta con enfrentarse a nuevos desafíos para desarrollar nuevos aprendizajes y habilidades. También influye la disposición que se tiene ante ellos. Es lo que la especialista estadounidense Carol Dweck distingue como mentalidad fija versus mentalidad de crecimiento. Mientras lo primero es creer que la inteligencia y el talento son inmutables, el segundo es creer que todas las personas pueden desarrollar habilidades y superar desafíos con esfuerzo, disciplina, constancia, búsqueda de nuevas estrategias o solicitando ayuda. Y Dweck comprobó, con estudios sistemáticos, que las creencias que los personas tienen de sí mismas impactan en su desarrollo.

Ya estamos en diciembre, una etapa intensa para las comunidades educativas. ¿Cómo esto se puede transformar en terreno fértil para desarrollar esta mentalidad de crecimiento? Hay tres estrategias que han demostrado ser efectivas: enseñar sobre la plasticidad cerebral, es decir, que al igual que un músculo se puede ejercitar, generar una cultura del error, donde equivocarse sea una oportunidad y, por último, realizando halagos precisos.

Fomentar esta mentalidad de crecimiento no solo nos ayudará a generar un cierre positivo de este 2021 que se va, sino a darle un sentido mayor al complejo escenario que hemos estado atravesando para transformarlo en un momento propicio para que docentes y estudiantes puedan desplegar, incluso, aquellas habilidades que desconocen.