Estructurar una clase en 5 pasos nos permite transferir de manera progresiva la autonomía y el protagonismo al estudiante en su proceso de aprendizaje. Cada momento (inicio, introducción al contenido nuevo, práctica guiada, práctica independiente y cierre) tiene elementos clave que el docente puede aprovechar con el fin de potenciar al máximo los aprendizajes en cada estudiante.