María José Grez, educadora de párvulos del Colegio Santa Úrsula, comparte cómo implementaron esta estrategia que busca propiciar el desarrollo socioemocional desde la Educación Parvularia y sus buenos resultados.
La rueda emocional es una estrategia que contiene 114 palabras emocionales que permiten ampliar el vocabulario emocional para ser cada vez más precisos en definir cómo nos sentimos.
Esta rueda se compone a partir de 6 emociones básicas, las cuales se desglosan en: felicidad, tristeza, ira, sorpresa, disgusto y miedo.
La rueda emocional puede ser adaptada a los distintos niveles educativos, aumentándose progresivamente la cantidad de palabras que describen una emoción. “Es muy beneficiosa, ya que además de permitirnos aumentar y fortalecer el vocabulario emocional de nuestros y nuestras estudiantes, también nos permite fomentar la granularidad emocional o la diferenciación entre las emociones”, explica María Jesús Bustamante, jefa de Programas de la Fundación Impulso Docente.
Esta estrategia fue implementada exitosamente en un kínder del colegio Santa Úrsula. María José Grez, educadora de párvulos del establecimiento, comparte cómo la llevaron a cabo y sus buenos resultados.
Comencemos con algunos ejemplos:
- ¿Cómo te sientes Gracia?, le pregunta la educadora a la pequeña.
- Yo estoy emocionada, porque va a venir la María y la Isi a mi casa hoy día, responde ella.
- ¡Qué emoción!, replica la educadora.
- Oye Sari, y si estás feliz, dentro de esa felicidad que estás sintiendo, ¿te sientes segura de ti misma, agradecida, tranquila, entusiasmada o juguetona?, le pregunta la educadora, mostrándole la rueda de las emociones.
- Sari mueve el cursor de la rueda hacia la palabra “entusiasmada”.
- ¡Te sientes entusiasmada! ¿Por qué te sientes así?, profundiza la educadora de párvulos.
- Porque voy a ir a jugar, responde la niña.
- ¡Excelente!, enfatiza la educadora.
¿Cómo aplicaron esta estrategia?
- Pusimos la rueda emocional al lado del pizarrón, a la vista de todas las niñas, para que pudieran observarla frecuentemente y manipularla libremente cada vez que la necesitaran. Además, en diferentes momentos de la rutina, nos apoyamos en la rueda para ayudarlas a reconocer las emociones que están sintiendo. Por último, en la clase de orientación presentamos una emoción y hablamos acerca de los diferentes subtipos que tiene esa emoción.
¿Cuál es el propósito de esta estrategia?
- Reconocer emociones en situaciones cotidianas y diferenciar distintos tipos de emociones. Sobre todo, ampliar el vocabulario emocional. Empezamos a aplicarlo y nos dimos cuenta de que las niñitas rápidamente las fueron incorporando.
¿Qué le recomendarías a otro docente o educadora que quiera implementar la estrategia?
- Les recomendaría partir gradualmente. Todo va dependiendo de la edad de los niños. Si son alumnos de prebásica, les recomendaría partir con emociones más básicas e ir avanzando hacia las emociones específicas. También usar la rueda de las emociones a diario, teniéndola siempre a mano, al alcance y a la altura de los niños, cosa que la puedan utilizar y manipular cada vez que lo necesiten. Hay que aprovechar las oportunidades.
¿Cómo integran esta estrategia a su planificación académica?
- Trabajamos mucho la autoconciencia. Tenemos un plan de orientación que vamos aplicando de forma coordinada con los papás. Nosotros trabajamos las emociones con las niñas y después ellos también lo hacen en la casa. Les mandamos actividades, cartas…, vamos trabajando en equipo. Esa es otra recomendación: involucrar a la familia en este trabajo.
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