Reportaje publicado el 27.02.22 en El Mercurio.
Tras dos años de enseñanza híbrida, la contención de adultos es clave para que esta experiencia sea exitosa. Enseñarles a identificar sus sentimientos, crear una rutina que les dé seguridad y preguntarles sobre su día en el colegio son algunas recomendaciones.
Enseñar a nombrar las emociones
“Todos hemos sentido diferentes emociones al volver a clases en algún momento de nuestra vida. Imagínate los escolares que han estado dos años fuera del aula presencial que se enfrentan a una situación nueva, diferente y desconocida: es normal y esperable que sientan una gama diversa de emociones. Un consejo es contar con un amplio vocabulario emocional. Algo que se puede hacer en todos los hogares es enseñarles estas palabras y darles espacios para que las expresen. Por ejemplo, ‘estoy nervioso o preocupado’, ‘me siento ansioso’, ‘tengo miedo’, ‘me siento motivado o desganado’. Cuanto más vocabulario emocional tiene un niño, más capaz será de expresar y regular lo que siente. Los padres y apoderados pueden modelar esto mediante ejemplos, como decirles, ‘hoy en la mañana me sentía preocupado cuando salí porque…’, explica Ignacio Zenteno, Director de Programas de la Fundación Impulso Docente.
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